Por su cariño...
por su lealtad...
por su amor incondicional...
por ser tan divertidos...
por darnos todo sin pedir nada a cambio...
por su alegría cuando llegamos a casa y nos dan su mejor sonrisa moviendo su colita o acariciándonos... porque Dios los puso igual que a nosotros en nuestro camino...
por eso y mucho más los quiero...
Os presento a mi perrita Dori: