viernes, 6 de marzo de 2009

MI TRAUMA INFANTIL CON MI CONEJO BUGS...



Recuerdo una Navidades de finales de los 70 (entonces yo era muy pequeña) tendría unos 9 año, fue entonces cuando mi padre trajo un conejo blanco ¡que mono! .Yo le pregunte a mi padre para que lo había traído y me contesto: -para que pase las fiestas con nosotros. Y después soltó una risa un poco rara yo pensé pues que bien! Porque claro en mi casa en Navidad se juntaban mucha gente aparte de la familia, amigos y vecinos. Pero para los niños sobre todo cuando ya es tarde acaba siendo aburrido pues ves que todos hablan y demás y tu estas ahí dando vueltas y observándolo todo. Y acababas durmiéndote. Recuerdo que aquella tarde yo estuve visitando al conejo, que mi madre lo tenía en una caja de cartón, en la galería, yo le miraba y él me miraba a mi (me pregunto qué estaría pensando).
 Yo de vez en cuando iba a mi padre y le decía:
-papa le he puesto un nombre al conejo, Bugs Bunny si ya sé, no me calenté mucho pero que queréis, fue lo primero que se me ocurrió...
y él me respondía:
-Bego no te encariñes mucho con el que pronto se ira, y yo decía ¿dónde? Si aquí está bien con nosotros, el pobre conejo desconocía su destino y yo también...
Fue la noche de Noche buena de pequeña, que mejor me lo pasé, bueno sin contar una navidad que me bebí media botella de licor 43, pero eso es otra historia...
El caso es que entre visitas nocturnas a Bugs y alguna charla que otra con el conejo (no es coña hablaba con él) .Pues me encariñe , ya me veía yo, paseándole por mi calle con una cuerda y diciéndole a mis amigas:
-Os presento a mi conejo mascota Bugs! :)
Pues no, no fue así. A la mañana siguiente estaba yo acostada cuando mi madre abrió la puerta de mi cuarto, y me dijo:
-ten bego ten, este amuleto te dará suerte ¡
Y me tiro una pata blanca de conejo ,sentí un golpe fuerte en mi pecho y pensé no puede ser, no será lo que creo que es! (como siempre he sido tan positiva, pensaba alomejor era  de otro conejo) y me levante corriendo a buscar a Bugs. Pero ya no estaba en su caja de cartón (vamos más que en la caja estaba encima del mármol de la cocina sin pelo y preparado para guisarlo. Ese día llore muchísimo y por supuesto no comí conejo, desde entonces No como conejo. Supongo que la historia me traumatizo. Que crueles somos a veces los mayores. Ahora entiendo porque Bugs estaba tan asustadillo y echaba las orejotas hacia atrás. Se estaría imaginando que iba a ser la comida de Navidad (pobre). Bueno esta es la historia de Bugs. Si ya sé que en vez de una historia entrañable navideña parece de terror, pero paso así, y así os la he contado. :)

¡FELIZ FINDE!