Como cada semana mis hermanas y yo quedamos para comer, es una manera de seguir viéndonos una vez por semana, espero que sigamos así muchos años. Después de comer en un sitio al que solemos ir. Acabamos yéndonos de compras o en casa de alguna de nosotras tomando café. Antes de ayer le toco a mi hermana Antonia fue entonces cuando me comento que tenía unos muñecos para darle a una vecina y que eran de mi sobrina Cecilia. Yo como soy tan curiosa por no decir chafardera que queda más feo le dije que me los enseñara. Empecé a sacar peluches y alguna muñeca y mira por donde apareció ella esos ojos azules una Nancy rubita de comunión noventera. Imaginaros la ilusión que me hizo di un grito y dije: ¡pero si es una Nancy! ella dijo: te gusta pues quédatela! ella no comprendido mi grito de ilusión y es normal no es coleccionista e ignora como es nuestro mundo muñequil. He tenido mucha suerte y
esta es mi historia, una sorpresa muy bonita. Así que me he puesto manos a la obra y le he hecho una sesión de lavado y peinado. si queréis ver las fotos del proceso aquí están:
