Hoy mi entrada va dedicada a mi gato Persi. Llegaste a casa un sábado de 1999. Eras una pequeña bolita de pelo blanco. Venias de Budapest y tenias un ojo de cada color debido a tú pedigrí. Siempre fuiste muy tranquilo y cariñoso, te encantaba el queso y la nata de los pasteles. Nunca olvidaré tus ojos y esa mirada de complicidad que tanto te caracterizaba. Doy gracias por los años felices que me has dado con tu compañía, y decirte que nunca te olvidaré. No es un adiós , es un hasta luego, me quedo con tus recuerdos y con la primera pelotita que te compré y con la que tanto jugabas. Espero volverte a ver en ese "Puente del arco iris" que existe más allá .El cielo de los animales. Solo decirte con tres palabras lo que siento. Te quiero Persi.
AQUÍ EL RELATO DEL PUENTE DEL ARCO IRIS...
