Anoche soñé contigo después de estos meses de tu ausencia, te he visto como eras antes. Preguntándome cosas y haciendo tus tareas que eran tan propias de ti. Tu llamada diciéndome: ¡Begonia! Solo así me llamabas tú. Ese olor a café recién hecho y tostadas que más de calmar mi hambre llenaban de cariño mi corazón pues estaban hechas con mucho amor.
Ha sido un sueño pero en ese momento cuando tus pasos sonaban en mi mente y tu cara era la de siempre, pensé que era real y disfruté. Al despertarme he tenido la sensación de tenerte cerca, he ido corriendo y he abierto tu armario y he olido tu ropa. Esta noche me pondré tu camisón de invierno, no será ni la primera, ni la última vez que lo haga, así oleré a ti. Me siento bien y necesitaba contártelo en esta carta, una carta para ti. Te quiero mama.
PD. Dedico esta entrada a mi amiga Inma (Lilith) porque tú me entiendes...
