Bueno ya estoy de vuelta, después de la tormenta siempre llega la calma. Así que vuelvo a tomar el tren de la vida que sigue su camino y yo con él.
Desde aquí daros las gracias a las llamadas y mails recibidos con mucho cariño y deciros que pienso que la vida no acaba aquí, y que estoy segura que hay algo más y las cosas queridas, ni se pierden, ni se olvidan... Siempre es mejor una sonrisa que una lagrima.